sábado, 31 de mayo de 2025

VOB.CO

Durante una reestructuración necesaria debido a problemas financieros y de perdida de mercado, le empresa VOB.CO (Venezuelan Opossition Business Company) contrató a Miguel Coromoto Mercado como Gerente General.

El señor acostumbrado a hacer mucha bulla hizo que pareciera que hacía bien su trabajo, pero no hubo promesa que pudiese cumplir. Afirmó que nos los demandarían, y casi los mudan; Juró que las ventas aumentarían, y tuvieron que rematar media empresa para pagar la nómina.

Se reunió con los accionistas y prometió de todo y los accionistas encantados con su sonrisa se lo creyeron… pero los hechos decían otra cosa.

Lo más reluciente de este nuevo Gerente era su eterna sonrisa,
calificada por sus detractores como “sonrisa de psicópata”.

En medio de un embargo que se terminó negociando con dificultad, el juez de la causa casi lo mete preso por su sostenida sonrisa, que el juez consideraba como burla. Hubo que explicarle que el señor con un terrible miedo a la vejez se había hecho un tratamiento con Botox, al mismo tiempo que se había hecho un estiramiento facial, que derivó como consecuencia en su eterna sonrisa, la sonrisa del Guasón (que es un psicópata).

En el desarrollo de una campaña de ventas en la que se invirtieron inmensas cantidades de recursos para poder recuperar el mercado, el volumen de compradores invadió las tiendas, pero al sacar las cuentas, al “echar los números” la realidad neciamente se impuso. El evento que duró una semana generó una caída del 32% del inventario y una perdida de cerca de 28700 USD.

A los miembros de la Junta Directiva casi les da un infarto cuando recibieron los resultados, e incluso uno sugirió que le solicitaran la renuncia al Gerente General; pero los demás directivos evadiendo la realidad, y asumiendo la sonrisa de psicópata del Gerente como aval, le dieron un sentido apoyo a las nuevas propuestas y dieron por pasada la página. El directivo que solicitó su renuncia se retiró inmensamente molesto, pues de su bolsillo se habían evaporado 10343 USD que había dispuesto para la misma.

Durante una inspección de representantes del Fisco, el desorden y desbalance de los libros y las cuentas les generó una terrible multa, equivalente a 35000 USD.

El Gerente estaba de paseo, y cuando recibió la noticia, estaba bailando reguetón en el techo de un vehículo alquilado por la empresa. El vehículo quedó mal parqueado en medio de una avenida, y debido al estado de ebriedad del señor Miguel Coromoto fue necesario llamar a la Policía, que se comunicó con la empresa de alquiler del vehículo y con los Directivos de VOB.CO para indicarles la situación; para dejar evidencia del evento, los policías grabaron el momento en el que atendieron la entrevista al señor Miguel, enviándola a ambos (a la empresa que alquiló el vehículo y a VOB.CO).

El señor Miguel que se salvó de ir preso por una llamada desconocida, tardó tres horas en llegar a sitio seguro. Al día siguiente, de retorno a la oficina emitió un sentido comunicado en el que explicaba lo sucedido.

Los números de ventas eran interesantes, pero las ganancias no llegaban. Era como si el saco del dinero tuviese un hueco… y claro el hueco era Miguel Coromoto Mercado.

El Directivo descontento por los números en rojo, las notables perdidas, los procesos legales, las multas y todo el desastre, solicitó formalmente la renuncia del Gerente General, y una investigación profunda de su gestión.

Como respuesta, el resto de los directores ofrecieron comprar las acciones de ese Directivo a un precio razonable, y dieron un voto de abierto apoyo a la terrible gestión de Miguel Coromoto Mercado.

Evidentemente, el Directivo puso precio a sus acciones y prontamente fueron pagadas y atendidas las gestiones de venta y traspaso de estas.

El 25 de mayo, luego de desarrollar una de las peores campañas, un juez determinó que la empresa VOB.CO sería intervenida y sus bienes puestos a disposición del Juzgado para atender los compromisos económicos y legales pendientes.

Los empleados todos fueron despachados a sus hogares sin muchas explicaciones y sin pago. Sin embargo, no se sabe ni como ni de donde, Miguel Coromoto siguió cobrando su sueldo y recibiendo los beneficios, mientras los Directivos muy compungidos no sabían que hacer en tan complejo momento.



Al final, lo verdad es que ningún empresario querría como Gerente de sus empresas a alguien con resultados dudosos o fracasos acumulados, y mucho menos a un megalómano gritón y cínico con síndrome de Hybris.

En las empresas a los trabajadores y a los dueños se nos juzga por nuestros resultados. En política debería ser lo mismo… quita a los aduladores y a los propagandistas y veras que no es ni complicado hacerlo.

Ya es hora de que asumamos el “Hasta el Final” como un nuevo inicio.


¡EN DIOS CONFÍO!


Alexander Acosta Guerra
Activista NoViolento venezolano en el exilio.
Barranquilla, 31 de mayo de 2025, siendo las 13:25.

No hay comentarios:

Publicar un comentario