Comencemos por lo que se puede demostrar.
- El 9 de enero de 2017 la Asamblea Nacional, presidida por Julio Borges, destituyó a Nicolás Maduro (la figura jurídica tiene otro nombre).
- El 15 de agosto de 2018, el TSJ Legítimo, elegido por esa misma Asamblea, emitió un veredicto ordenando prisión por 18 años y 3 meses en contra de Nicolás Maduro.
- Ayer, 16 de agosto de 2018, la Asamblea entró en Receso hasta el 15 de Septiembre.
- La Crisis en Venezuela va en un proceso de empeoramiento y no se están tomando los correctivos pertinentes.
- Omar Barboza, el Presidente actual de la Asamblea Nacional, es hombre cercano, aliado y miembro del partido de Manuel Rosales.
- Formalmente hay un Vacío de Poder.
Ahora, entendiendo que Maduro formalmente no es Presidente de Venezuela desde el 9 de enero de 2017; entendiendo que Maduro no ha podido demostrar su Nacionalidad Venezolana; entendiendo que las dudas que existían sobre la fecha de la muerte de Chávez se profundizaron con las declaraciones de algunos ex funcionarios de los gobiernos de Chavez y Maduro; entendiendo que ambas condiciones anteriores invalidan de manera absoluta la gestión de Maduro, si así se puede llamar, y hacen Nulos todos los acuerdos, tratados, decretos o leyes por el firmadas, Entonces…
En qué cabeza cabe que en tan complicado momento,
la Asamblea Nacional, que tiene la obligación de llenar el
Vacío Constitucional, entre en receso al día siguiente en el que
el TSJ certifica ese vacío, por otras causas (muy graves),
pero lo certifica.
El Presidente de esa Asamblea está en la obligación, por las figuras legales que tenga a disposición (y él las debe conocer, es abogado), en convocar a una Sesión Extraordinaria, en fecha inmediatamente cercana, para dirimir el problema del Vacío Constitucional, y en esa Sesión, designar al Presidente Provisional, pues las elecciones del 20 de mayo de 2018 fueron convocadas por una institución que está usurpando funciones, y por consiguiente, no son válidos sus resultados.
Entrar en una discusión sobre las formas, los métodos, los actores, poco ayuda a los millones de venezolanos que sufrimos por las consecuencias de la crisis en nuestro país, indiferentemente que estemos en Venezuela o en el exterior. Es necesario hacer lo que hay que hacer… En el caso de la Asamblea, es nombrar al Presidente Provisional, que deberá dirigir los destinos de la República hasta finales de 2018, fecha en la que se vence el periodo de Maduro (que nunca debió ser Presidente). La gente, el pueblo, los ciudadanos protestan todos los días por cientos de razones; en la diáspora, nos organizamos, y apoyamos a nuestras familias y a la causa venezolana, en medio de las limitaciones en las que vivimos.
A la Asamblea, políticamente hablando, se la “pusieron bombita”
y se dejaron ponchar. Eso indica que hay intencionalidad
en la forma de proceder (no hacer nada).
Las Fuerzas Armadas recibieron una Orden de Aprensión en contra de la persona de Nicolas Maduro, se fijó sentencia y sitio de reclusión. Si ellos ejecutan la orden o no, dependerá de ellos. Cada quien debe hacer lo que debe hacer.
Argumentar figuras jurídicas, que pueden ser manejadas de otros modos, por consideraciones políticas menores, es traición, traición a ese pueblo que busca desesperadamente una pronta salida a la terrible crisis que los mata de hambre, que los motiva a abandonar su país con una maleta llena de ropa y recuerdos, y unas pocas monedas en los bolsillos.
A esos insensatos que al verse acorralados en medio de sus oscuros andares, y sus mediocres escenarios, esputan invitaciones a tomar las calles sin planes ni coordinación, les digo… miles tomamos las calles y miles las toman todos los días, y Maduro sigue en el Poder por una sola razón, a quienes ustedes defienden, que solo tienen intereses mezquinos, están haciendo todo lo posible por mantenerlo ahí (en el Poder). Para ellos poco importa la madre que llora, el niño que muere, el anciano que mora. Para ellos la codicia, la comisión, el dinero, lo son todo. Así que nada bueno puede esperarse de ellos.
Recuerdo aquella mañana del 16 de agosto de 2004, cuando cerca de las diez de la mañana y ante el silencio de la dirección opositora concentrada en Caracas, luego que el CNE de Chavez nos robara el Referendo mediante el más grotesco de los fraudes, Referendo que decían estaba blindado, recuerdo a Manuel Rosales, sereno diciendo “Perdimos”. Esa frase acabó con todo, cerró los espacios a la protesta, que dependía de la dirección política, y lavó la cara del tirano.
Ayer, 14 años después, cerca de la misma hora, una Omar Barboza, sin decir nada, dijo todo ("La decisión del @TSJ_Legitimo fue irresponsable y un paso en falso que no acatarán por representar un riesgo de perder la legitimidad que se ganaron en elecciones"). Ante la necesidad de accionar en el ámbito de sus responsabilidades y teniendo como obligación la designación del Presidente Provisional, decidió entonces aplicar el receso parlamentario, dejando en el limbo las próximas acciones y en evidencia su traición.
Las consecuencias de los acuerdos de los cinco partidos que se abrogaron la dirección política de la oposición desde el 7 de diciembre de 2015, dígase Acción Democrática, Un Nuevo Tiempo, Avanzada Progresista, Voluntad Popular y Primero Justicia, han traído como consecuencia el fortalecimiento de la dictadura de Maduro… Si usted no sabe sumar, eso es su problema. La traición está ahí, las consecuencias las sufrimos casi todos.
¡En Dios Confío!
Alexander Acosta Guerra
Activista No Violento,
Miembro de Alianza Bravo Pueblo – en el Exilio
Barranquilla, 17 de agosto de 2018 (12:04)
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