domingo, 5 de octubre de 2014

LIDERAZGO...

Hay muchas definiciones sobre Liderazgo, algunas modernas, basadas en estudios tendencias y análisis sociológicos y psicológicos, y otras definiciones no tan modernas. Lo cierto es que un Líder es alguien a quien uno está dispuesto a oír y seguir; es alguien que convence con su palabra, y con sus obras, que arrastra y motiva.

Es importante que entendamos que un Líder por encima de todo es un ser humano con aspiraciones, con necesidades, con sentimientos, con familia, con amigos, con intereses; es un ser humano como tú y yo, con virtudes y defectos.

Ahora, a mí que me expliquen cómo es posible que en mi Venezuela de hoy no sea posible conciliar la realidad, la de verdad, la que vivimos y sufrimos todos, todos los días de Dios, con el discurso y obra de quienes nos dicen representar. La realidad va a toda velocidad por un lado, y el discurso y obra de quienes dicen representarnos van por otro…

Algunos “dirigentes” de cartón, comprados con el concepto de modern marketing creen que con discursos acartonados, estadísticas, encuestas pagadas, fotos de fondo, sonrisas medidas y acuerdos tras bastidores pueden conseguir una salida a la terrible crisis venezolana, mientras negocian acuerdos particulares en beneficio absoluto de un pequeño grupúsculo.

Con ese esquema nos han traído tomados de la mano como lazarillos a los millones de venezolanos que decidimos buscar esa salida; pasamos por un Referendo Revocatorio en 2004 que nos robaron de frente, y terminaron vendiéndonos el concepto que perdimos “por no tener la gente”…  En ese proceso como en todos los demás los excesos de campaña, la persecución, los votos abiertos, el chantaje, el uso desproporcionado de recursos y el favoritismo abierto del árbitro por el color rojo, por solo mencionar algunos elementos, son factores sin peso ante lo único que ha valido, la supuesta mayoría roja.

Brincamos de elección en elección, poniendo todas nuestras esperanzas en el día después, mientras esa “dirigencia” de cartón, hoy más cuestionada que nunca, construye con cada discurso y cada evento la próxima derrota; pero no construyen las derrotas por falta de gente, sino por falta de valor, en todas sus connotaciones posibles. En ese transitar llevamos ya diez años desde aquel 15 de agosto de 2004.

Diez años después de aquel 15, el régimen destruyó el aparato económico y quebró a la Nación, fabricando con ello la crisis que hoy vivimos. Ante esta situación, esa “dirigencia” de cartón ha sido incapaz de generar un discurso cohesionador que nos permita construir una salida a este desastre, y con descaro atroz, y una decadente falta de humanidad, nos vende el concepto trillado de la “próxima elección”.

Es interesante, como se le dice a un padre o madre de familia, que no ve salida a la crisis, ni propuestas, ni intención, que espere un año y tanto, pues los legisladores “a elegir” son los magos con sombrero que podrán todo su empeño en construir esa salida… Seguro, ¿y los legisladores de hoy qué?, son mudos, son inútiles, son de adorno.

Me gustaría que esos “dirigentes” de cartón en vez de molestarse ante críticas justas, frecuentes y fuertes, respondiesen a sus electores el alto nivel de inasistencias que tienen nuestros actuales legisladores… Sí. Nuestros diputados no van a la Asamblea. Que nos garantiza como ciudadanos y electores que los que van a venir si van a hacer el trabajo, si los que están, en medio de tan terrible crisis no han hecho nada.

Pocos son los dirigentes que desde nuestro lado han cumplido con su responsabilidad,  pues su sacrificio, su verbo y accionar, ajustados a la realidad, han sido elemento de contención ante el avance desproporcionado del régimen. Es inevitable mencionar algunos: la Diputada María Corina Machado, el Alcalde Metropolitano Antonio Ledezma, Leopoldo Lopez, el Alcalde de San Cristobal Daniel Ceballos, todos hoy perseguidos, tristemente algunos presos.

Como decirle a los miles que hoy ante la protesta legítima son víctimas de un sistema judicial parcializado y colorado, que esperen hasta el 2015, y luego hasta la próxima elección a venir; que se les dice a esos jóvenes que no podrán conseguir un empleo decente en un país en crisis; que le decimos a los casi cien venezolanos que todavía hoy alumbran con su dignidad las cárceles de Venezuela, luego de participar en las protestas recientes, les decimos “tranquilos, sigan esperando”.

El liderazgo que Venezuela necesita no es ese que con descaro nos pide esperar mientras ellos se pelean por viajar a cuanto evento aparezca en cartelera, o mientras ellos se pelean por nombres en boletas y postulaciones inútiles.

A la cúpula opositora pareciese que la asesorara el mismo Fidel.

Qué importa que la MUD se vea afectada ante las críticas y cuestionamientos de los venezolanos, si la realidad es que con esa “dirigencia” de cartón no llegamos ni a la esquina.

QUE DIOS BENDIGA A VENEZUELA.

Alexander Acosta Guerra

5 de octubre de 2014, siendo las 8:11 pm

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