domingo, 19 de octubre de 2014

ALGUNAS NOTAS

Mi ciudad es un asco. Cada día que salgo soy testigo de la evidente ineficiencia de la gestión de la Alcaldesa de Maracaibo, cuya reciente reelección no aprobé. Veo propagandas de operativos de limpieza de zonas de la ciudad, pero por donde sigo caminando, y por donde sigo visitando, la basura sigue reinando.

Se ha vuelto ya costumbre caminar por aceras y parques atiborradas de basura.

Parece que es mucho pedir a la Alcaldesa y a su equipo y asesores (que son muchos), que preparen un plan verdadero de adecentamiento y limpieza de la ciudad. Pero un verdadero plan, que no implique campañitas esporádicas. Un plan de recolección y tratamiento de desechos sólidos, sustentable y sostenible  en el tiempo, que considere la recolección de materiales reciclables, como vidrio, plástico, metales, y su adecuado tratamiento,. Lo que implicaría proyectos, recursos y trabajo para la gente que tanto necesita. Pero insisto, es mucho pedir a alguien para quien la ciudad de Maracaibo, siendo su responsabilidad, no es de su preocupación.

Por otro lado, veo con profunda molestia que Venezuela, que antes exportó uno de los mejores cafés del mundo, hoy importe de los peores, como el nicaragüense. Nuestros cafeteros luchan por sobrevivir en este desastre económico, mientras la Nación paga con dólares obtenidos del petróleo el café que ellos antes producían, y que también producía dólares. Eso tiene un nombre, traición.

Y hablando de dólares, cada día son menos, y menos serán mientras esto continue. Desde hace algunos días se ha conocido que la otrora 3ra empresa de petróleo del mundo, ya no solo compra gasolina, pues ya no la saben producir, sino que también estamos comprando petróleo a Argelia y Rusia.

Venezuela está importando petróleo desde Argelia y Rusia; contar esto hace 12 años hubiese sido un chiste, pero en la industria en la que trabajé y conocí, hubiese sido una terrible ofensa. Trabajé al lado de hombres y mujeres muy calificados, especialistas en sus áreas, especialistas en extraer, almacenar, procesar y vender oro negro, oro negro que es lo único que mal sostiene nuestra quebrada economía.

Con una producción petrolera en pleno declive, con una crisis económica como la que vivimos, y con un gobierno como el que tenemos, los tiempos que vienen serán una dura prueba para todos.

QUE DIOS BENDIGA A VENEZUELA.

Alexander Acosta Guerra

19 de octubre de 2014, siendo las 12:40 pm

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