domingo, 28 de julio de 2019

MIRAFLORES DEBE DESAPARECER

¿Qué es un símbolo?

Tomaré como respuesta la primera acepción del Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española: 

símbolo, Del lat. symbŏlus, y este del gr. σύμβολος símbolos
1. m. Elemento u objeto material que, por convención o asociación, se considera representativo de una entidad, de una idea, de una cierta condición, etc. La bandera es símbolo de la patria. La paloma es símbolo de la paz
”.

¿Qué pasa si un símbolo pierde su valor?

Si un símbolo pierde su vigencia o su valor, pierde la condición de símbolo o la fuerza de la idea que representa, por consiguiente, asumiendo esta consideración, deja de ser un símbolo y pasa a ser otra cosa, algo obsoleto, viejo, moribundo.

Miraflores como centro del Poder Ejecutivo en Venezuela fue el eje del Poder y del desarrollo de mi país durante casi todo el siglo XX, y digo casi todo, pues Juan Vicente Gómez pasó mucho tiempo de su larga dictadura en Maracay, en una hacienda llamada “La Mulera”. 

En Miraflores como recinto de Poder habitaron grandes hombres y otros no tan grandes, hasta ese triste 2 de febrero de 1999, cuando el Gran Traidor se mudó por vías democráticas al mismo sitio que tan solo siete años antes quiso tomar por la fuerza. Ese día Miraflores pasó a ser una oficina adjunta de los Castro y la Habana.

Mucho tiempo defendí la tesis que para poder salir de la dictadura que se instauró aquel 2 de febrero de 1999, era necesario emprender la Batalla por Miraflores, por el centro del Poder en Venezuela. 

En 2016, si mal no recuerdo, el fantoche de Capriles ofreció ir a Miraflores, luego que la dictadura de Maduro cerrara la vía del Referendo Revocatorio (el segundo). Al final, solo fue una amenaza boba, nada más que una propuesta. La Gran toma de Miraflores nunca llegó.

En 2017 las protestas iniciaron a principio de abril y se extendieron con fuerza hasta finales de julio. En esos días, luego de acción noviolenta más grandes que he visto, y he visto muchas, donde más de siete millones de venezolanos participamos en un plebiscito en el que se determinaba la forma de salida de la dictadura, el G4 de la MUD decidió parar todo… 

Luego de la convocatoria y los resultados de la falsa elección a una Asamblea Nacional Constituyente, los eruditos del G4 de la MUD se quedaron secos de ideas… Todo acabó en agosto de ese año con una frase “AD va a participar”[i], refiriéndose a las Elecciones Regionales pautadas por la dictadura.

Luego de más de 130 asesinados, miles de detenidos, miles de procesados y miles de perseguidos, el G4 de la MUD decide participar en un proceso viciado de origen y sin ninguna garantía.

Vino la entrega arreglada de la calle entre la dictadura de Maduro y el G4 de la MUD. El G4 de la MUD acordó apagar las protestas a cambio de algunos espacios de poder, que implicaban recursos en sí… dinero.


La diáspora se disparó.


2018 fue un año regido por la muerte, la crisis humanitaria, la hiperinflación, la muerte y la diáspora. 

Entre 2017 y 2019 se dio un fenómeno poco atendido. El centro del Poder en Venezuela como dependencia cubana continental cambió de lugar. Miraflores pasó a ser un adorno y Fuerte Tiuna pasó a ser lo que Miraflores representaba.

Viendo esta transmutación política, en la que la Oficina de Asuntos Venezolanos del Régimen Cubano cambia de oficina desde Miraflores a Fuerte Tiuna, entiendo entonces que buscar una “oficina” en Miraflores o retomar Miraflores ya no tiene ningún valor, pues Miraflores como símbolo de Poder ya no representa nada…

Sin embargo, destruir, desaparecer ese símbolo, si representa algo. Representa la necesidad de buscar un nuevo símbolo de Poder, un nuevo espacio, para una nueva Venezuela. Tratar de reconstruir a Venezuela usando como centro de Poder algo sin valor, es un grave error, pues le quita “peso” en sus inicios a esa reconstrucción necesaria.

La forma de desaparecerlo en lo físico, implica su demolición… habrá que hacer un parque, una plaza, un gran estacionamiento, incluso, una panadería quedaría mejor ahí. El daño hecho desde ese espacio en su momento a los venezolanos debe ser recordado, no reviviendo el símbolo, sino acabándolo.

La forma simbólica de desaparecer el símbolo es destruirlo con nuestro verbo. No reconocer lo que en su momento representó. Dibujar a Miraflores como un florero roto con sus flores marchitas, por ser lo menos ofensivo.

Hay formas más eficientes de desaparecerlo, pero no dependen de un simple ciudadano. Una fuerza militar multinacional podría proponer una respuesta adecuada y ayudarnos en le menester del vitoreado “cese de la usurpación”.

Después de todo, si los cubanos nos invadieron con la complacencia de la dictadura, por que no usar a Ejércitos de países amigos en la labor contraria, la de desalojar a los cubanos invasores y a la dictadura de Maduro.


¡En Dios Confío!


Alexander Acosta Guerra
Venezolano en el exilio, Activista No Violento
Y Miembro de Alianza Bravo Pueblo Zulia
Barranquilla, 28 de julio de 2019

[i] Ver minuto 11:45 en el programa de “Valdimir a la 1” del programa grabado del 2 de agosto de 2017.

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