lunes, 9 de abril de 2018

ZOOMBIELAND


TIERRA DE ZOOMBIES [i]

Cuando camino por las calles de Venezuela, después de aquellos gloriosos días del 2017, veo un país completamente diferente. La traición de los cinco malditos dejó a mi país sin esperanza cierta, ni futuro digno.

Maduro y su banda, dirigida por los Castro (uno en la isla maldita y otro desde el infierno), quieren que todos aquellos que no nos hemos ido terminemos comportándonos como Zombies, sin vida, sin alma y queriéndonos comer a los demás por sobrevivir en un país que nada nos ofrece, pues todo se lo robaron.

Los venezolanos caminan como los 
cadáveres ambulantes de la cultura moderna, 
desesperados por comerse
el cerebro de cualquier humano pensante.

Los Zoombies venezolanos pasan deambulando todo el día buscando una caja que dura solo tres, sin saber como sobrevivirán los otros veintisiete y entendiendo también que las malditas cajas pueden o no llegar.

A los Zoombies venezolanos se les olvidó lo que era un supermercado lleno de productos, o una farmacia con medicinas, en donde el farmaceuta anotaba las fallas en una libretica y 72 horas después no había esa falla; a esos Zoombies se les olvidó que era una panadería con pan; a esos Zoombies se les olvidó lo que era una zapatería en donde se podía ir a comprar zapatos, no solo a verlos expuestos.

En el colmo de los absurdos, miles viajan, van y vienen a otros países, y cuando están en el exterior disfrutan de la normalidad, y cuando están aquí, en Venezuela, asumen nuestra terrible realidad como algo normal, y sin nada aportar.

Cuando camino por la ciudad siento como si caminara en un cementerio, donde solo hay muertos, dolor, tristeza. No puedo reconocer la ciudad… esa misma ciudad que sometió a la tiranía con su desobediencia civil, que soportó las embestidas, los ataques, la represión, la persecución, los asesinatos. Hoy esa ciudad como un todo, se siente sitiada, entregada, sin esperanzas. Es la misma ciudad, en peores condiciones, pero sin la gente dispuesta a cambiarla.


Solo cambió nuestra actitud. Pasamos de ser activistas y luchadores, a Zoombies, por ser lo menos ofensivo en la comparación.


Recuerdo historias de tiempos pasados, en los que muchos fueron asesinados sin la menor resistencia, con crueldad extrema y sin un ápice de humanidad. Los criminales de aquella época vestían con emblemas rojos y negros. Hoy el rojo es parte de otro emblema, sin embargo, el tipo de maldad presente en quienes dirigían las matanzas en aquellos tiempos, es la misma maldad inherente a quienes hoy dirigen esta matanza, a quienes son responsables de este genocidio. En aquellos tristes días los asesinos gritaban “Sieg Heil”, hoy gritan que un muerto vive…

Los tiempos modernos sustituyeron las cámaras crematorias y los fusilamientos colectivos por mecanismos mucho peores… la muerte por consecuencias diversas en el anonimato; ahora los asesinos no tienen que ensuciarse las manos, solo dejan de llenar una planilla, o argumentan que no hay sistema.

En esta tierra de Gracia, la desgracia se ha sembrado y hecho costumbre, y todos como Zoombies tan solo vamos y venimos, pensando sin pensar solamente en como comer. La dignidad fue abandonada, pues la vendimos por una caja, y nuestros derechos fueron olvidados, así no más…

Es tiempo de reflexión, es tiempo de una nueva visión, es tiempo de acción… Es tiempo de una Sociedad en Acción.

¡En Dios Confío!


Alexander Acosta Guerra
Activista No Violento,
Y Secretario General de Alianza Bravo Pueblo en el Zulia
7 de abril de 2018, siendo las 23:35



[i] Disney Channel acaba de estrenar una película enfocada en el mercado de adolescentes –sobre todo chicas– llamada “Zoombieland”… que no se parece en nada a los zoombies que la cultura moderna nos ha vendido, y que son los zoombies de los que quiero hablar.

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