lunes, 18 de septiembre de 2017

DERECHO AL VOTO

Para iniciar, comencemos exponiendo el artículo 21 de “La Declaración Universal de Derechos Humanos”:

Artículo 21.

(1) Toda persona tiene derecho a participar en el gobierno de su país, directamente o por medio de representantes libremente escogidos.

(2) Toda persona tiene el derecho de acceso, en condiciones de igualdad, a las funciones públicas de su país.
(3) La voluntad del pueblo es la base de la autoridad del poder público; esta voluntad se expresará mediante elecciones auténticas que habrán de celebrarse periódicamente, por sufragio universal e igual y por voto secreto u otro procedimiento equivalente que garantice la libertad del voto.

Algunos desesperados andan como locos diciendo, afirmando, maldiciendo a todos aquellos que no responden con prontitud a la pregunta “vas a votar”. Para estos fanáticos el voto es la solución mágica a todo, y para ellos es absolutamente irrelevante que tengamos 18 años votando sin poder salir del verdadero problema; para ellos es irrelevante la detención sin razón alguna del Alcalde Ledezma, del Alcalde Ceballos, el exilio del Alcalde David Smolansky, el exilio del Alcalde Ramón Muchacho, o la terrible muerte en una mazmorra del Concejal Carlos Andrés García (también electo en un proceso de votación).

Para estos inquisidores postmodernos el voto es un dogma, 
no un Derecho.

Para los defensores a ultranza del voto, para los armadores de campañas, para los defensores de lo indefendible, Venezuela puede ser negociada por 23 monedas de plata llamadas gobernaciones, puede ser negociada con interlocutores que no tienen lo más importante, nuestra confianza.

Todo sistema electoral, todo candidato, todo juez electoral o miembro de mesa depende de un elemento esencial, CONFIANZA.

Por eso andan tan irritables los soldados del Ku-Klux-Klan del voto, pues sus patéticas campañitas, sus especialistas, periodistas, encuestadores pre-pagados no logran su objetivo esencial… engañarnos para que salgamos corriendo a hacer campaña para que 23 individuos se solucionen su problema, ser gobernadores, adquirir poder y administrar el quebrado pero preciado erario de la Nación.

Para estos fanáticos del voto, la gente con hambre y sin empleo, como decía una vieja campaña chavista, deben salir corriendo a acompañar a los 23 candidatos a hacer campaña, y votar sin preguntar por ellos, aunque no tengan más propuesta que “solo votar”.

Para estos fanáticos del voto, no importan las propuestas, no importa la confianza, no importa nada, solo importa que vayas a votar por los 23 del patíbulo, aunque sigas pasando hambre, no tengas empleo o no consigas ni una maldita aspirina.

El problema es y sigue siendo Maduro. Sin una propuesta para salir de la Dictadura de Maduro, sin una propuesta post-Maduro, sin CONFIANZA es muy complicado convencer a la gente que cambie de opinión, al menos que estén hablando de manipulación de la intencionalidad, lo que es una práctica recurrente en el chavismo… y en algunos traidores opositores.

Y para colmo de males, estos fanaticos del voto ven amenazas en todas partes, pues ellos son los dueños de la voluntad del pueblo...

¡Pues yo les digo Claro y Raspao!, Yo no voy a votar porque no me generan ninguna confianza... y yo #SoyVenezuela.

¡En Dios Confío!

Alexander Acosta Guerra
Activista No-Violento,
Secretario General de Alianza Bravo Pueblo Zulia
18 de septiembre de 2017

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