Los regímenes dictatoriales son especialistas en imponer “mentiras oficiales”, entendiendo que para ellos la verdad como elemento político es brutal en su efecto psico-social.
Ante las terribles colas que tantos están sufriendo, el régimen se inventa una mentira tras otra, y cada mentira es más absurda que la anterior. Algunos pensaran que es pura improvisación, y otros sabemos que no.
Que debemos hacer ante la evidente desfachatez y desvergüenza de los funcionarios que mienten; primero, no hacer eco de esa mentira, pues con ello hacemos el efecto de caja de resonancia, con lo que favorecemos su objetivo que es que su mentira se sepa a todos los niveles, y que tarde o temprano termine la gente creyéndosela “por obligación”; segundo, presentar elementos que discrepen sobre el objeto de la mentira, reduciendo el potencial efecto de esta.
Esto se está haciendo, pero debemos ser más eficientes. Silencia a tu adversario, no repliques las mentiras del régimen, hazte de oídos sordos, úsalas solo como insumo. Si es necesario replicarlas, haz referencias indirectas, no hagas menciones directas a los nombres de los funcionarios que mienten, pues tu objetivo es llevar el mensaje al público general, no darle espacio al mentiroso.
Ante la realidad de las colas, no tienes que pararte frente a un hombre de verde para dejar en evidencia que hay colas; todos las estamos viendo. Cuestiona las razones y causas de las colas, no las colas como consecuencia. Eso hace propicia la reflexión del individuo que hoy sufre las colas como consecuencia, y lo enfoca, lo alinea para poder obtener información ajustada a la realidad que pueda servirle para atender una potencial salida a esta crisis, su crisis.
No pensemos que lo que hoy decimos es vital para la lucha, es parte de un todo y como parte influye, pero no necesariamente es determinante.
Miles de fotos sobre las colas inundan las redes; súmale tu las tuyas, pero recuerda, un “mentiroso oficial” es peligroso, no quedes en evidencia, actúa con inteligencia… Pon a grabar un vídeo con tu teléfono abierto mientras pasas al lado de las colas, abre el micrófono del teléfono y te lo guardas en un bolsillo, y conversa con la gente, simula que hablas por teléfono mientras grabas, miles de cosas se te pueden ocurrir, para grabar y evidenciar la realidad, reduciendo tu nivel de exposición.
Es importante entender que a un mentiroso no se le descubre discutiendo sobre su mentira con el, se le deja en evidencia contrastando la realidad, la Verdad, contra su mentira. Necesitamos más gente consciente con la realidad y activa en consecuencia.
Para cerrar, esta crisis que vivimos está entrando en su peor etapa, y para poder conseguir una solución, necesitamos a todos y cada uno de los venezolanos.
Alexander Acosta Guerra20 de enero de 2015
No hay comentarios:
Publicar un comentario