Primero que todo,
apoyo a la Candidatura de Henrique
Capriles Radonski para la Presidencia de la República en las venideras
elecciones del 14 de abril de 2013, como la apoyé desde el 12 de febrero de
2012 hasta el 7 de octubre del mismo año.
Segundo, trato de
entender que tienen algunos que dicen dirigir a la oposición en el Estado Zulia
en su cabeza, y me perturba de manera suprema saber que no tienen nada.
Como es posible
que en el Zulia, el Estado con mayor participación electoral en toda la Nación,
se sigan cometiendo los mismos errores que se cometieron en las pasadas
elecciones del 7 de octubre y 16 de diciembre del 2012, y que estos mismos
errores traten de ser ocultados en protección de la Unidad.
Tercero, soy un
comprometido defensor de la Unidad, como concepto, como estrategia en la lucha
y como espacio de participación, pero me niego a seguir aceptando a favor de ella
que quienes nos han conducido a estruendosas derrotas, sean los que guíen los
destinos de esta campaña, matizados con el barniz de nuevos nombres, que no son
los adecuados al momento histórico.
El 14 de abril
está aquí mismo, la Semana Santa está en medio, el tiempo no sobra. El futuro
es hoy, el mañana está condicionado. El Destino decretó darnos una segunda
oportunidad, pero como todas las cosas que tienen valor para los hombres, esa
segunda oportunidad dependerá de nuestro empeño y disposición. Las campañas no
se ganan con mitines o concentraciones solamente… Se ganan trabajando con ahínco,
sumando esfuerzos, construyendo espacios para el encuentro; se ganan sembrando
esperanzas y poniéndole nombres a estas.
En el Zulia, hay
grupos de poder que insisten en imponer hombres y nombres que lejos de cubrir
esas condiciones, aunque sea de manera somera, no cumplen ninguna. Hay grupos y
partidos regionales, con algunos recursos, que persisten en sus mismos errores,
y no solo esto, los agravan.
La campaña que se
está desarrollando en el Zulia no garantiza el éxito de Henrique Capriles
Radonsky en el Estado pues su enfoque va dirigido en proyectar más la imagen de
algunos candidatos a futuras elecciones de menor rango, que a vender la imagen
de propio Candidato, un error que ya cometimos el 7 de octubre y nos costó caro.
Adicionalmente,
hay figuras zulianas a las que es necesario decirles e insistirles que deben
tomar distancia de la campaña, pues su imagen afecta negativamente la del
Candidato, y lejos de sumar voluntades y VOTOS, los quita, los resta. Tras
bastidores también se hace campaña.
Cuando me tocó trabajar
en la pre-campaña de Antonio Ledezma a las Primarias de la Unidad, una de las
cosas que aprendí con rapidez, y en las que siempre me insistió quien dirigió
la campaña en el Zulia, el Lcdo. Edgar Luzardo, es que las ELECCIONES SE GANAN
SUMANDO. Ello para mi no requirió mucha explicación. Pero parece que al comando
de campaña del Candidato de la Unidad en el Zulia, eso no se lo han dicho.
Cuarto, la
experiencia tiene su peso. No es posible que se nombre a personas que no han
dirigido campañas de este tipo, para coordinar algo tan complejo, y mucho peor
es cuando estos nombramientos van dirigidos única y exclusivamente para
preservar algunos espacios que perderán mucho valor si somos derrotados el 14
de abril.
Lo que nos
estamos jugando no es el futuro de una Alcaldía, ni una concejalía, ni el
retorno del rey, lo que nos estamos jugando es la Nación, y en ella y con ella,
nuestro futuro y el de los nuestros.
Esta campaña
exige de nosotros lo mejor, exige respeto, exige inclusión, exige corrección,
exige madurez, exige una buena y nueva dirección; desatender esta obligación
llevados por el calculo miserable de lo particular por encima de lo colectivo,
nos conducirá a otra triste derrota, y a tiempos difíciles que podemos
evitarnos.
En el Zulia
estamos a Tiempo.
Que Dios Bendiga
a Venezuela.
Alexander Acosta Guerra.
Miembro
de la Dirección Regional de ABP-ZULIA
de
Sociedad en Acción y de Ofensiva Ciudadana
18
de marzo de 2013, siendo la 01:12 am
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