martes, 9 de julio de 2024

OTRO JULIO MÁS

Crucé frontera un 4 de junio de 2018, y formo parte de los ocho millones de venezolanos en el exilio.

Soy activista no violento, aunque no soy ghandiano. Y aclaro, al no ser ghandiano, establezco como meta a mi activismo el darle un valor significativo a mi vida, y no usar esta en la medida de lo posible como mecanismo de presión o elemento de intercambio. Conozco los principios de la Huelga de Hambre como método de lucha no violenta, pero no estoy dispuesto a dejarme morir por la causa. Hay otros 191 métodos diferentes y muy diversos. 

Mi objetivo siempre ha sido trabajar o colaborar en el desarrollo de acciones que nos permitan construir un cambio para mi pais, cambio para mejor, un cambio que nos permita llegar al siglo XXI, reducir la pobreza, estimular el empleo productivo, fomentar la libre empresa y las libertades a las que todos tenemos derecho. Y sobre todo, poder ver y disfrutar de los objetivos cumplidos derivados de mi lucha y activismo. 

Decidí migrar un 31 de julio de 2017, cuando luego de varios meses de participar en protestas de calle, y luego del plesbicito del 16 de julio de 2017, observe de nuevo como la dirección política de eso que llamabamos Mesa de la Unidad Democrática nos vendió, por seguir participando en los circos electorales que para ellos son un muy lucrativo negocio.

Tardamos en el desarrollo de nuestras luchas dieciocho años en deslegitimar al chavismo, dieciocho años. Se dice muy fácil, pero fueron dieciocho años de lucha en la calle. Me perdí momentos hermosos con mi familia por la causa política. Mis dos hijos mayores crecieron con un inmenso vacío paterno, pues casi nunca estaba en la casa. Cuando no estaba trabajando, estaba atendiendo cualquier asunto de la Lucha contra el chavismo... Reuniones, visitas a barrios, talleres, protestas y un largo etcétera. 

Y aunque parezca absurdo, tardamos dieciocho años en deslegitimar a un gobierno trasmutado en tiranía que nunca debió ser, pues el 2 de febrero de 1999, cuando Chávez juró sobre "la moribunda", hizo un juramento fuera de Ley, lo que lo inhabilitaba para el ejercicio de sus funciones, pero claro, de eso nadie habla, pues los viejos conjurantes de las traiciones pasadas tenían su porvenir asegurado.

Tampoco fue importante para los directores de la oposición que cuando Chávez estaba muriendo el nombrara a Maduro, cuya nacionalidad única no es clara, ni siquiera su nacionalidad venezolana, como su sucesor. Claro, la Constitución es solo letra muerta, lo importante son los negocios y acuerdos debajo de la mesa, muy lucrativos para algunos. 

Entonces, mirando debajo de la Mesa sin Unidad y definitivamente no democratica entendemos por que de nuevo a los venezolanos se les incentiva a partipar en otro fraude. Se necesita legitimar a Maduro, para poder establecer relaciones comerciales con Venezuela como país. La democracia (ya muerta) es solo palabras vacías, lo relevante son los negocios, y esos Maduro los puede garantizar, pues los de la dichosa Mesa se vendieron hace tiempo y viven del beneficio de la Prostitución Política como ejercicio de Poder. 

El hambre puede esperar, según ellos, aunque a algunos la muerte les llegue primero. 

¡EN DIOS CONFÍO! 

Alexander Acosta Guerra
Activista NoViolento Venezolano
Barranquilla, 9 de julio de 2024, siendo las 10:35 am










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