Los payasos siempre fueron parte de la corte, pero normalmente no ministros. Su función siempre fue divertir a quienes ejercían el Poder, con sus idioteces y sus eventuales irreverencias.
Ahora los payasos son candidatos (Er Conde por ejemplo), e incluso Presidentes (Zelinsky, Boric de Chile, por ejemplo). No menciono entre los payasos como presidentes al imbécil de Guaido, porque nunca fue presidente, solo fue el secretario del enfermo mental de Leopoldo López.
Ahora bien, considerando la valentía de los payasos al incursionar a la parte seria de la política como títeres e instrumentos de algunos grupos, ahora los bobos también han decidido incursionar en la política, como el candidato a las primarias de AD y un candidato a la alcaldía de una importante ciudad de Colombia, y mejor ni menciono al Presidente de Canadá.
Esos son malas noticias en tiempos de la Democracia Muerta, pues significa que a los dueños del Poder ya no les interesa mantener las apariencias, pues solo necesitan bobos, pendejos y payasos que se presten a hacer el papel requerido, y los imbéciles que voten por ellos.
Y lo malo de los bobos, los pendejos y los payasos cuando ejercen el Poder es la típica crueldad en su ejercicio, pues alguien deberá pagar los desprecios, las risas y las burlas del pasado.
¡EN DIOS CONFÍO!
Alexander Acosta Guerra
Activista político venezolano en el exilio.
Barranquilla, 24 de octubre de 2023
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