Pero, la protesta como respuesta a las agresiones del Poder, ¡no!
Cuando comencé mi lucha política por allá por 1998, lo hice siempre pensando en la Libertad como principio y concepto a recuperar, pues la propuesta chavista hacia que la perdiéramos. La palabra “democracia” siempre me pareció sobre valorada, tuve que aprender a digerirla, y siempre me pareció complicado y poco beneficioso su uso como termino.
El discurso de cualquier político promedio requiere la mención de la palabra “democracia” cada 30 segundos como mínimo.
La izquierda, y los que la financian (que no son de izquierda), hicieron un análisis a profundidad de los sistemas democráticos y convirtieron los sistemas democráticos en simples sistemas de renovación de apoyos mediante procesos electorales, siendo muy cuidadosos en el proceso de deslegitimar cualquier otra forma de expresión ciudadana.
Así pues, el sistema al ser infiltrado y pervertido, admite por indulgencia y debilidad del sistema de justicia, la participación de delincuentes en procesos electorales, en primera etapa, con el objeto de limpiar la imagen de algunos de esos delincuentes y facilitar la participación de otros.
Así entonces, buscando la supuesta paz, los asaltantes de bancos y trenes en Venezuela, los asesinos de policías y militares, terminaron convirtiéndose en Diputados y Senadores, con Poder y acceso a Recursos casi ilimitados en un país petrolero.
En segunda etapa, era necesario redefinir el marco legal, facilitando el ingreso al sistema político de más delincuentes, cuyos expedientes eran olvidados al solo participar en una elección como candidato a lo que fuera; así pues, el asesino de fulano, basado en una visión política blandengue, terminaría siendo el diputado mengano, o el senador mengano, o el alcalde o gobernador mengano; blanqueada su imagen y suavizado el marco legal, entonces venía la tercera etapa, la destrucción de la democracia a través del voto, y el voto electrónico fue lo mejor que les pudo pasar.
Una vez que los sistemas electrónicos intermedian de manera directa con el ciudadano, ya el ciudadano no elige nada; el sistema pseudo-democrático constituido por delincuentes es el que elige a sus miembros. En esta etapa son primordiales algunos factores; los financistas de zurdos, que no son zurdos, las empresas encuestadoras contratadas para forzar la opinión pública, los medios de comunicación como medios de manipulación de masas, y las instituciones gubernamentales usadas como pilares de sustentación del Poder en ejercicio.
Ya en ese momento, y estamos hablando del caso venezolano el año 1999, la democracia como concepto estaba muerta. Su transmutación a una tiranía sustentada en el voto, fue visual o perceptiblemente lenta, pero en la realidad fue brutalmente rápida.
Increíblemente, ante la incapacidad de entender esta situación, y enredados en la terminología y discursiva diseñada por los asesinos del sistema, la clase política venezolana terminó sucumbiendo en el proceso, y convirtiéndose por ignorancia, estupidez o cobardía, en cómplices de ese nuevo sistema.
La democracia como concepto murió en el momento en que se decidió por visión política construir una falsa paz, en vez de confrontar y neutralizar a los enemigos de la República. Y esta si es la palabra importante, “República”.
Cuando los delincuentes que obraron bajo premisas políticas son perdonados y sus imágenes blanqueadas, el sistema democrático y la Republica mueren, pues el sistema democrático y la Republica dependen del ejercicio de la Justicia de manera Institucional e Independiente, siempre ajustada a las Leyes.
Sin Justicia no hay Paz, y no es paz el perdón al delincuente.
El delincuente debe ser sometido a la Justicia y pagar por sus delitos.
LA DEMOCRACIA ESTÁ MUERTA, Y LA MATÓ EL VOTO.
Los sistemas totalitarios neo-electoralistas suprimen el ejercicio de las libertadas, con la excusa de la falsa búsqueda del beneficio común, con lo cual imponen a un conglomerado etéreo por encima del ciudadano común. El ciudadano deje de ser ciudadano, y se convierte en simple súbdito, dependiente de los arrebatos de quienes ejercen el Poder.
Estos sistemas, mediante su discursiva, lo llevan todo a la determinación de un conteo. Así pues, la protesta pacífica pasa a ser un delito, pues su ejercicio depende de la aprobación de una mayoría etérea e indeterminada, sustentada en estructuras corporativas gubernamentales que solo responden a los que ejercen el Poder.
Ante la imposición de una tiranía electoralista, la salida no podrá ser electoral, por mucho que algunos metidos en el negocio de las elecciones lo argumenten.
Las salidas son otras, pero requieren de elementos que por el momento no disponemos, pues primero debemos salir de esta dirigencia opositora fracasada, y luego deberemos entendernos, pues sin gente, sin acuerdos comunes, sin visión conjunta, sin recursos y sin estrategia, solo nos queda el Darien.
Hoy, 2 de octubre, es del día Internacional de la No Violencia.
¡EN DIOS CONFÍO!
Alexander Acosta Guerra
Activista político venezolano en el exilio
Barranquilla, 02 de octubre de 2023
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