Lo que voy a afirmar le va a molestar a más de uno, allá ellos. La generación de jóvenes dirigentes que nacieron y crecieron desde que Caldera fue elegido Presidente, pues Caldera solo fue elegido para que Chávez fuera impuesto -esa generación que hoy día deben tener los mayores cerca de 30 años- es una generación maldita, es una generación de mierda.
Claro, debo hacer referencia al 10% de los hombres y mujeres
de esa generación que fueron criados como gente decente,
ellos están excluidos, pues su proceder los hace destacar
a todos los niveles en medio de la inmundicia.
No es la primera vez que lo afirmo, e insisto, si el destino del pueblo venezolano depende de esa generación de bandidos, asesinos, vendidos, prostitutas, artistas de mala muerte e influencers, lo lamento por los voto-adictos, Venezuela dejará de existir como Nación formalmente en algún momento del futuro cercano, pues en la realidad Venezuela no es más que una Colonia Cubana.
Aseguro con vehemencia tan cruel afirmación, pues he visto la calidad de la dirigencia juvenil venezolana (casi toda universitaria); he estado en contacto con ella, he seguido su desempeño, local y global, y mientras algunos se centran en el científico de la Nasa o el Ingeniero de tal empresa o el Médico que curó a fulano de tal, todos parte de ese 10%, el otro 90% son los que han convertido nuestro gentilicio en algo que millones detestan. Los grupos delincuenciales transnacionales nacidos en la región central, los burgueses hipócritas sentados en mesas de negociaciones en las que curan su “hambre”, mientras millones fallecen sin poder disponer de un mendrugo; los miles de “voluntarios tipo rocola”, que no funcionan sin monedas; los estudiantes universitarios que no saben escribir pero aspiran a ser diputado, pues tienen como aval algún momento de “gloria” en la “lucha” universitaria (algún estúpido discurso con palabras soeces incluidas – más nada).
Esa generación maldita que en 2007 logró su cúspide política, y que desde entonces no ha dejado de cobrar y de vender en pedazos a Venezuela; esa generación maldita constituida por Estalins, Goicoecheas, Pizarros, un tal Graterón, un payaso interino llamado Juan Guaidó, un pendejo recalcitrante apellidado Guevara, o un administrador de ayudas que nunca llegaron, un tal Smolansky, entre tantos otros (no son muchos, pero han hecho mucho daño).
Esa es la generación que algunos dicen deberá conducir a Venezuela a los nuevos tiempos; no sé cómo aspiran hagan eso, si ya se vendieron al chavismo hace tiempo, y de él viven y del erario nacional parasitan.
Esa generación maldita sumada a la vieja dirigencia que no termina de pasar la página y toda su pléyade de cretinos y prostitutas con doctorado que han hecho del chavismo una eterna realidad, de las protestas una forma ritual de sacrificios humanos y de las elecciones un verdadero negocio.
ESE VALIOSO 10%
Ese es el diez por ciento de los hijos de mi tierra inmolados por sus creencias y sus sueños. En ese del diez por ciento incluyo a todos esos muchachos bien educados, que pusieron su vida en riesgo para atender el llamado de la Lucha, la verdadera Lucha, no la lucha por el “curul” o la lucha del “ponme donde haiga”; y muy especialmente de esta lista incluyo a todos aquellos muchachos que dieron su vida por un sueño llamado Venezuela; de ellos han sido cientos de jóvenes los asesinados; Dios los tenga en su Gloria.
Definitivamente, para que Venezuela resurja en el concierto de naciones como un verdadero país de nuevo, deberá ser motorizada su transformación por ese diez por ciento de decentes venezolanos, que deberán desplazar al chavismo político, social, económico y cultural. Nada fácil la tarea.
¡EN DIOS CONFÍO!
Alexander Acosta Guerra
Activista político venezolano en el exilio.
Barranquilla, 24 de julio de 2023
Lo comencé a escribir un 26 de mayo de 2023, siendo las 14:05
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