UN PRIMER PASO

Colombia es un hermoso país, como Venezuela, gobernado por personas que no lo aman y no lo aprecian. Eso no es nuevo. Lo nuevo, es que quienes hoy lo gobiernan, ahora quieren destruirlo, para entregar sus riquezas a corporaciones globales, mientras empobrecen a su pueblo.

El proceso de empobrecimiento de su pueblo inicia con una “Reforma Tributaria”, que busca destruir en su esencia la economía familiar, y afectar de manera significativa a pequeños y medianos empresarios, propiciando una fuga de capitales que generan desbalances económicos que se traducen en inflación y encarecimiento del costo de la vida. Eso está ahí.

Ahora, ¿Qué hacer ante este escenario?

Primero, entender la naturaleza de nuestro adversario en el Poder.

Segundo, evaluar el entorno de manera ajustada al momento.

Tercero, establecer las alianzas necesarias, siempre evitando a los típicos camaleones y a las prostitutas políticas, muy reconocidas.

Cuarto, no darse por vencido.-

Para que la reforma que inicia el proceso de destrucción de Colombia tenga efecto, todos entonces deben aceptarla. Pero, que la reforma venga del Congreso, no es “Patente de Corso”; en esencia la reforma va en perjuicio del pueblo, y eso, abre la oportunidad para la Protesta Ciudadana.

Para ello es necesario construir un espacio político de encuentro, que no debe ser motorizado mediante la constante movilización social a través de las marchas. Eso desgasta, ayuda a bajar los niveles de presión social, y termina no llegando a nada, forzando un proceso de desmotivación colectiva y adaptación, que es lo que le conviene a los políticos en el Poder, que la gente se acostumbre.

Los empresarios deben definir los procesos legales en contra de la reforma, pues los afecta, igual que a los transportistas, y a los productores del agro, y a los productores de gaseosas, y los cañicultores, y todos, pues a todos nos jode. Posiblemente todos estén esperando que alguien dé el primer paso. Algunos estarán evaluando cerrar sus empresas y migrar sus capitales, otros ya las habrán cerrado; pero los que quieren quedarse, deben entenderse, y alguien debe buscar los puntos de encuentro, y construir los acuerdos po-lí-ti-cos.

Al congreso, con la ayuda del registrador, lo eligieron para Legislar, no para joderte. Si ellos te quieren joder, tú tienes el derecho a defenderte, pero no “solo desde tu trinchera”. Ahí es donde está lo complicado, en entenderse con otros.

Cuanto le cuesta a las grandes empresas cerrar operaciones y migrar de país. Cuánto cuesta una campaña de concientización y el desarrollo de una campaña en contra de la reforma.

Ustedes creen que a los delincuentes de la primera línea los quieren soltar como muestras de buena voluntad; los quieren libres pues son terroristas entrenados para la guerra urbana asimétrica.

Ahora, ¿Qué hacemos?

La No Violencia como estrategia política en contra de los abusos del Poder es muy eficiente, si y solo si, se aplica de manera inteligente (UNIDAD, PLANIFICACIÓN Y DISCIPLINA NO-VIOLENTA). Las Marchas no sirven de mucho sin un plan global, y los comunicados menos; a las “manitos blancas” húyanle.

La reforma busca sacarnos dinero de los bolsillos, 

para hacernos pobres y dependientes. 

Ya sabes lo que ellos quieren, 

la pregunta es ¿Qué quieres tú?

¡En Dios Confío!

Alexander Acosta Guerra

Activista Político y exiliado venezolano.

Barranquilla 06 de diciembre de 2022