“SI LA GENTE NO OBEDECE, QUIENES GOBIERNAN NO PUEDEN
GOBERNAR”,
este es el principio de la NO-COOPERACION.
Recuerdo
miles de imágenes en las que esbirros de muchos regímenes ya caídos, vestidos
de negro, casi siempre, perseguían con absoluto descaro a aquellos que
disentían del tirano de turno.
En
Venezuela son de recordar las requisas de la Seguridad Nacional, durante la
dictadura de Pérez Jiménez; en la Alemania Nazi, las golpizas de los miserables
de las SA eran terriblemente frecuentes, y las temibles inspecciones a
cualquier hora de la Gestapo, eran peores. En la Libia del difunto Kadafi, era
lo mismo, como en la Irak del maldito de Saddam.
Si
algo caracteriza a estos individuos que se prestan para tan innoble labor, es específicamente
la carencia de valores morales. Los individuos que prestan este tipo de
servicios son normalmente los menos capacitados y más resentidos. En su mayoría
son personas carentes de sentido humano, crueles, sin aprecio por la vida
ajena, dispuestos a venderse como Judas por algunas monedas.
Estos
esbirros, siempre terminan corriendo, pues algunos que gobiernan se creen
eternos, pero no lo son. Y como dice un viejo dicho en mi tierra “no hay mal que dure cien años, ni cuerpo que
lo resista”.
Cuando
la Oposición Venezolano congregada en la MUD hizo la convocatoria al evento de
la Toma de Caracas para el 1ro de septiembre, sabía perfectamente, que el
régimen en medio de su estupidez, incrementaría la presión, la desinformación,
sus ya excesivas mentiras y montajes y la persecución de personalidades.
Sabían
que utilizarían hasta el último Guardia, Policía y Fiscal de Transito para
detener los contingentes humanos que se desplazarían hasta Caracas para la
anunciada toma.
Se
sabía, se sabe. Entendiendo la naturaleza del enemigo, y la debilidad por falta
de capacidad en la interpretación del momento, sabíamos que harían lo que están
haciendo.
La
audiencia nacional y global está pendiente de lo que acontece en Venezuela.
Cada evento es reseñado y comunicado… Cada exceso es debidamente documentado.
Mañana, no valdrá para ninguno la famosa excusa de “Ordenes Superiores”… nada
que ver. La debida obediencia a la que están obligados algunos funcionarios
está limitada por la Constitución y las Leyes. Lo que se haga fuera de ellas,
es un delito, y quienes lo hagan, son delincuentes de delitos que no prescriben,
pues implican violaciones a los Derechos Humanos.
De
aquí al 1ro de Septiembre sería bueno que
esos miles de funcionarios que hoy se ven “obligados” a atender “Órdenes
Superiores”, se lean las Leyes correspondientes y repasen la Constitución,
para que mañana un día, ante el Cambio que va a venir, ellos puedan transitar
por esa camino con su frente en alto.
Alexander Acosta Guerra
Siendo las 12:50 pm de un lunes 29 de
agosto de 2016
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