La situación en #Venezuela ha tomado matices
catastróficos. El hambre no espera. La realidad está superándonos con una
intensidad que es difícil de digerir. Los relatos de la gente en las colas, los
relatos de nuestros hermanos venezolanos que no consiguen lo que buscan, y
cuando lo consiguen no lo pueden pagar, yo no son ocasionales.
La cotidianeidad de la miseria en #Venezuela
toca a las puertas de todos. El rico, el obrero, el empresario, el ama de casa,
el profesional, el político, el activista, el empleado público, todos al unísono
imploran a Dios por una salida pronta, pues el hambre no espera.
Más de un padre ha tenido que enviar a sus
hijos con el estomago vacío al colegio, otros hemos preferido no enviarlos,
mientras vemos como hacemos hurgando en la neveras, en las despensas mermadas,
o pidiendo auxilios externos, para poder brindar a nuestros hijos el alimento
diario.
Muchas familias hoy con dificultad cubren por
lo menos una comida al día. Tristemente tenemos que decir que comer tres veces
en la #Venezuela del 2016 es un lujo.
La inflación, la temible amiga del régimen, ha
consumido los aumentos y el ingreso de los venezolanos decentes que dedican su
día a día a trabajar. La recompensa por la honradez de los trabajadores venezolanos
es el hambre y la miseria, mientras los bandidos, los corruptos, los asesinos y
ladrones, con sus manos llenas de sangre y sus putrefactas almas, gozan con la
injusticia como su compinche.
Ante tan terrible crisis, este régimen asesino
y genocida ha decidido negar la ayuda y tapar la realidad con un dedo… el dedo
medio levantado haciendo la señal universal. Los publicistas del terror, sus
grandes colaboradores, deberán ser identificados, y sus causas preparadas con
anticipación, para que cuando esto termine, sean juzgados por su colaboración y
por incitar al odio.
El hambre no espera,
ya es momento de tomar decisiones.
Es propicio el momento para que la Asamblea Nacional
con mayoría opositora solicite de manera formal la renuncia de Nicolás Maduro,
o que lo destituya por incapaz. Ese hombre es el responsable del hambre que
sufrimos, de la amargura de poder dar a nuestras familias no solo lo que
merecen, sino lo que necesitan. Ese hombre es responsable de la muerte de
cientos de miles de venezolanos por la inexistencia de medicamentos que no
fueron importados por que no se habilitaron los dólares para ellos.
De nada vale una mayoría
cuyo peso no se hace sentir.
Las protestas, los saqueos, las colas no van a
acabar mientras Nicolás esté en el poder. El las provoco, él es su causante, y
ha demostrado un nivel de inhumanidad de tal magnitud, que ante las desgracias
evidentes de tantos venezolanos, ha preferido la mentira y la propaganda antes
que gestión como respuesta.
Son muchos los casos de tiranos comunistas que
han llevado a hambrunas forzadas a sus pueblos, para poder someter a sus
ciudadanos mediante el hambre como forma de control político. Esta afirmación
no es una elucubración o hipótesis, es una realidad, palpable, que muchos
sentimos de manera cruda y dura todos los días.
A mi que me expliquen con muñequitos, como con
treinta y pico mil de bolívares, una familia puede vivir por treinta días,
cuando un kilo de pan cuesta mil bolívares, y representa solo veinte panes, sin
contar el queso, el pollo, la carne, el azúcar, la leche, el arroz, el jabón, la
luz, el agua, el colegio, el alquiler y un largo etcétera. Es imposible vivir
con lo que uno se gana trabajando decentemente.
El hambre no espera y
el pueblo tampoco.
Que Dios Bendiga a Venezuela.
Alexander Acosta
Guerra
Siendo la 01:19 am de un
martes 7 de junio de 2016
Muy bueno Ale
ResponderEliminarGracias Mary por tu comentario
EliminarExclente Articulo!!! Nada más que la VERDAD!!!
ResponderEliminarGracias negra!
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