Es
increíble la cantidad de imbéciles que hoy día hacen política a nivel global, y
la influencia que muchos de esos imbéciles tienen.
Escuchar
un discurso de Donald Trump (@realDonaldTrump), pre-candidato Republicano a la
Presidencia de los Estados Unidos de América, es como escuchar un discurso de
Adolf Hitler, disfrazado de catire, sin bigote y con peluquín. Son los mismos
argumentos raciales, los mismos argumentos sobre la economía, es la misma
discursería barata que mueve las fibras de algunos y embrutece.
Pero
ojalá fuera solo en EUA. En la España Post-Franquista, un hippie pagado con
dólares venezolanos ha logrado ir ascendiendo en la aceptación popular, con una
campaña fabricada por algunas empresas de publicidad, que han llenado espacios,
medios, periódicos, programas de TV y Redes Sociales, con basura que vende la
imagen del hippie como solución a los problemas de España y los españoles, sin entender
que ese hippie, otrora asesor chavista, lo que quiere es llegar al poder para
terminar de hacer lo que no pudo Zapatero, quebrar a España y dejar en la
mendicidad a los españoles. Para los que no lo sepan, estoy hablando del inefable
Pablo Iglesias (@Pablo_Iglesias_).
Brincamos
de España a Grecia, donde desde hace tiempo los comunistas vienen arruinando la
vida de millones, que como idiotas aplauden ante discursos que los empobrecen,
en los bolsillos y en sus cerebros. Un tal Tsiripas que prometió primero no
doblegarse ante la Comunidad Europea que subsidiaba a su Gobierno, y que al ver
la realidad, no la de ellos inventada y propagandística, sino la verdad, se vio
forzado a ceder ante la misma Comunidad Europea que vilipendió, y luego por
perdida de apoyo popular, renunció a la muy reciente responsabilidad asumida
(primer ministro, presidente o algo así). Ahora, después de renunciar, se
volvió a lanzar al mismo cargo abandonado por renuncia, y seguramente, miles de
idiotas por el votaran.
De
la roja Grecia, pasamos a la más roja Corea del Norte, donde un imbécil calificado
gobierna un régimen tiránico que ya superó los 50 años. Ahí todo está
prohibido, en especial pensar, pues para la cúpula militar, y para el supremo imbécil,
pensar es subversivo. Ahí todo viene empaquetado, incluso el hambre.
Regresando
a la joven América, podemos dar un toque técnico por la nación boliviana, donde
las madres asustan a sus hijos con ponerles en las noches un discurso de Evo
Morales para dormir. Es increíble como un hombre que no sabe ni hablar, haya
llegado a Presidente de una Nación.
Perdón,
no es increíble, pues en #Venezuela, nos está pasando, igual o peor.
Quien
dice gobernar tiene el nivel cultural de un gorila de montaña, y una capacidad
discursiva inigualable, por lo mala (con todo y que sus discursos se los
preparan). Vino a terminar el trabajo de su antiguo jefe, el galáctico sempiterno
y difunto, que no le bastó la vida para cumplir su cometido, arruinar a
#Venezuela, y dejó, post-mortem el encargo a su chofer, quien ha emprendido una
campaña de tierra arrasada en un país que no está en guerra con ninguna otra
nación.
Ante
tanto idiota, la lógica indica que la sindéresis de algunos debería imponerse
como elemento potenciador a la construcción de una #Salida. Sin embargo, los
egos de algunos, las aspiraciones de otros, y el resentimiento de miles, han
hecho de este bello país llamado #Venezuela, un verdadero infierno tropical,
con diablo caribeño como fi-el regente.
Que
Dios Bendiga a #Venezuela
Alexander Acosta
Guerra
14
de septiembre de 2015
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