lunes, 14 de septiembre de 2015

HACER POLÍTICA EN TIEMPOS DE IMBECILES

Es increíble la cantidad de imbéciles que hoy día hacen política a nivel global, y la influencia que muchos de esos imbéciles tienen.

Escuchar un discurso de Donald Trump (@realDonaldTrump), pre-candidato Republicano a la Presidencia de los Estados Unidos de América, es como escuchar un discurso de Adolf Hitler, disfrazado de catire, sin bigote y con peluquín. Son los mismos argumentos raciales, los mismos argumentos sobre la economía, es la misma discursería barata que mueve las fibras de algunos y embrutece.

Pero ojalá fuera solo en EUA. En la España Post-Franquista, un hippie pagado con dólares venezolanos ha logrado ir ascendiendo en la aceptación popular, con una campaña fabricada por algunas empresas de publicidad, que han llenado espacios, medios, periódicos, programas de TV y Redes Sociales, con basura que vende la imagen del hippie como solución a los problemas de España y los españoles, sin entender que ese hippie, otrora asesor chavista, lo que quiere es llegar al poder para terminar de hacer lo que no pudo Zapatero, quebrar a España y dejar en la mendicidad a los españoles. Para los que no lo sepan, estoy hablando del inefable Pablo Iglesias (@Pablo_Iglesias_).

Brincamos de España a Grecia, donde desde hace tiempo los comunistas vienen arruinando la vida de millones, que como idiotas aplauden ante discursos que los empobrecen, en los bolsillos y en sus cerebros. Un tal Tsiripas que prometió primero no doblegarse ante la Comunidad Europea que subsidiaba a su Gobierno, y que al ver la realidad, no la de ellos inventada y propagandística, sino la verdad, se vio forzado a ceder ante la misma Comunidad Europea que vilipendió, y luego por perdida de apoyo popular, renunció a la muy reciente responsabilidad asumida (primer ministro, presidente o algo así). Ahora, después de renunciar, se volvió a lanzar al mismo cargo abandonado por renuncia, y seguramente, miles de idiotas por el votaran.

De la roja Grecia, pasamos a la más roja Corea del Norte, donde un imbécil calificado gobierna un régimen tiránico que ya superó los 50 años. Ahí todo está prohibido, en especial pensar, pues para la cúpula militar, y para el supremo imbécil, pensar es subversivo. Ahí todo viene empaquetado, incluso el hambre.

Regresando a la joven América, podemos dar un toque técnico por la nación boliviana, donde las madres asustan a sus hijos con ponerles en las noches un discurso de Evo Morales para dormir. Es increíble como un hombre que no sabe ni hablar, haya llegado a Presidente de una Nación.

Perdón, no es increíble, pues en #Venezuela, nos está pasando, igual o peor.

Quien dice gobernar tiene el nivel cultural de un gorila de montaña, y una capacidad discursiva inigualable, por lo mala (con todo y que sus discursos se los preparan). Vino a terminar el trabajo de su antiguo jefe, el galáctico sempiterno y difunto, que no le bastó la vida para cumplir su cometido, arruinar a #Venezuela, y dejó, post-mortem el encargo a su chofer, quien ha emprendido una campaña de tierra arrasada en un país que no está en guerra con ninguna otra nación.

Ante tanto idiota, la lógica indica que la sindéresis de algunos debería imponerse como elemento potenciador a la construcción de una #Salida. Sin embargo, los egos de algunos, las aspiraciones de otros, y el resentimiento de miles, han hecho de este bello país llamado #Venezuela, un verdadero infierno tropical, con diablo caribeño como fi-el regente.

Que Dios Bendiga a #Venezuela

Alexander Acosta Guerra

14 de septiembre de 2015

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