EL COLAPSO
El silencio de muchos sirve de aval a quien nos oprime.
En
todos los regímenes comunistas de los que tenemos referencias históricas hay
una etapa en la que las condiciones generales del país propician la
implementación de medidas extraordinarias. En algún sitio lo denominaron “Periodo
Especial”.
Este
periodo especial se caracteriza por la supresión absoluta de todas las garantías
y derechos, con la terrible excusa de la crisis como motivador de tal
situación.
Cuando
evaluamos el momento venezolano, entendiendo que el causante de la crisis y
único responsable es el mismo régimen, ello nos permite proyectar la
posibilidad de la implementación de un “Periodo Especial” de manera gradual.
Si
el régimen quisiera buscar una solución a la crisis en desarrollo, bastaría con
dejar de comprar apoyos internacionales tan costosos para los venezolanos,
repatriar algunos fondos posibles en cuentas en el exterior, tendría que poner
coto a la corrupción, no metiendo presos “chinitos” como el de Recadi, sino a
sus jefes y causantes; estaría obligado a sentarse a negociar con los
empresarios venezolanos, dándoles espacio para su desarrollo productivo, no
amenazándolos; debería negociar con los conocedores de nuestras tierras y
ganados para aumentar la producción de manera paulatina, reduciendo la detestable
dependencia del extranjero; debería llamar a concurso internacional a las mejores
empresas petroleras para que viniesen a ayudarnos a aumentar la producción, en
vez de salir corriendo a rogar a otros para que la reduzcan; debería llamar a
los viejos gerentes de la industria petrolera para que vinieran a enderezar el
desastre producido, para refundar la empresa; debería privatizar las empresas
de Guayana a ver si por fin empiezan a producir hierro, aluminio y ganancias; debería
reducir el gasto armamentísticos, dejando de comprar tanques, aviones y barcos
pagados con nuestros dólares; debería poner control en la explotación del oro,
para evitar que nuestras ganancias se las lleven otros y los daños ecológicos
nos queden. Esto solo por decir algo.
Sin
embargo, sabiendo que el único causante de la crisis es el mismo régimen, se
vuelve complejo pedirle que después de tanto tiempo fabricándola, corrija los
problemas causados, atendiendo sus causas y no sus consecuencias.
El
régimen ha sido extraordinariamente eficiente en la gradual destrucción de todo
el aparato productivo venezolano. Por ello las recurrentes amenazas al
empresariado. Necesitan suplantar a ese empresariado productivo, por uno
socialista-parasitario.
Los
regímenes comunistas buscan en esencia tomar el control de tu alma, de cada
parte de ti, de lo que piensas, de lo que sientes, de lo que sueñas. Eso lo
hacen con un esquema muy simple… Siembran miedo en todos los espacios,
restringen libertades de manera gradual y controlan todo lo que puedes comprar
o llevar a casa… Por eso las tarjetas de racionamiento. La dupla miedo-hambre
es muy eficiente a la hora de establecer controles de tipo social.
El
Colapso a venir es inevitable, pues su causante es el mismo responsable, quien
se niega a corregir. El régimen mediante la propaganda del Estado venderá como “causante-responsable”
de la crisis hasta a los marcianos.
Si
tuviese que describir al famoso “diablo” que tanto mencionamos los católicos,
no lo describiría con cachos, cola con punta de flecha, de piel roja y patas de
cabra. Lo describiría como un corrupto e inmoral funcionario comunista, vestido
con costoso traje y llevando costosas joyas mientras habla de igualdad de
clases y proletariado… Por ende, un patético mentiroso patológico.
Que Dios Bendiga a Venezuela.
Alexander Acosta Guerra.
24
de abril de 2015, siendo las 09:03 am
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