Debe ser que en Nicaragua
no hay gente capaz de aguantar el trote o las inmundicias del detestable Daniel
Ortega, para que este entonces, después de una compleja operación de Fraude
Electoral, decida elegir a su esposa como Vicepresidente.
Es inaceptable que en América
se presenten casos como este, donde el nepotismo, una fase “superada” en
nuestro continente desde hace décadas, se implanta de frente y sin anestesia,
seguramente, violando la Constitución Nicaragüense.
Ahora resulta que en
América, después de doscientos años de haber expulsado a las Monarquías
Europeas de nuestras tierras continentales, a los comunistas modernos se les
ocurre implementar como sistema de gobierno “Monarquías Comunistas”, en la que
una familia en especifico, dotada de dones excepcionales (inmorales, corruptos,
asesinos, etc) tomo el Poder para sí, asumiendo su presencia como vital para el
desarrollo involutivo de los Estados que gobiernan; la primera Cuba, con la
banda de los bandidos Castro, y ahora la segunda formal, Nicaragua, con Daniel
Ortego como rey y su esposa Rosario Murillo como reina consorte.
Seguramente en cualquier
momento, por necesidades de ego y estado a Daniel habrá que inventarle una
corona, un cetro y un trono…
Y lo peor de las monarquías
comunistas es que son tan primitivas en lo político y social, que solo podrían
ser enmarcadas en el Medioevo.
¡Que
Dios nos de fuerzas para librarnos de los comunistas en América!
Alexander
Acosta Guerra
Siendo las 7:35 am de un
martes 10 de enero de 2016
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